La Villa de Paterna dispone de una configuración específica que le ha permitido, en pocos años, transformarse de un municipio dedicado casi exclusivamente a la actividad agrícola a convertirse en un verdadero centro residencial, industrial y de servicios.

La extensión de su amplio término municipal, la oferta de recursos y el dinamismo de su población han posibilitado que Paterna cuente, actualmente, con diferentes polígonos industriales, urbanizaciones y zonas residenciales, así como de diversas áreas de servicios que le auguran un excelente futuro con una extraordinaria proyección exterior.

La incesante actividad industrial, con el Polígono Fuente del Jarro y el Parque Tecnológico a la cabeza, la continua llegada de residentes a Lloma Llarga-Valterna, la creación del macro espacio de ocio Heron City y la declaración de municipio histórico, constatan su potencialidad como fuente de recursos y posibilidades de toda clase.

La Canyada, Terramelar, La Coma y más recientemente Lloma Llarga forman las principales áreas de expansión paternera. Sin duda, es posible que estas transformaciones lleven inherentes una serie de cambios en la fisonomía urbana, en el tejido social, y sobre todo en aquellos aspectos vinculados con nuevos comportamientos y formas de vida.

Así, a la población originaria se unieron nuevos habitantes procedentes de diferentes áreas geográficas, conformando toda una simbiosis social y cultural que hoy es una realidad tangible de forma que, junto con el mantenimiento de fiestas y tradiciones primigenias, se han desarrollado todo un abanico de asociaciones culturales, sociales y deportivas que convergen en un espacio geográfico y humano con extraordinarias perspectivas de futuro.

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